Tras los acontecimientos explicados en Historia del Trasplante Capilar: Parte 1, a partir de los años 80, diferentes cirujanos capilares de todo el mundo (incluido España) empezaron a refinar la técnica de la cirugía, disminuyendo el tamaño del punch, pasando a realizar miniinjertos (hasta 12 folículos) y microinjertos (hasta 4 folículos), con lo que se podían obtener resultados mucho más naturales.
Dichos mini y microinjertos se obtenían previa extracción de una tira de piel poblada de la zona donante. Habitualmente, se colocaban los microinjertos en la linea de implantación y los miniinjertos en el resto. Estos fueron los inicios de lo que conocemos hoy como técnica FUSS (Follicular Unit Strip Surgery) o Tira. Este proceso de cambio hacia el trasplante capilar más moderno fue progresivo y lento, ya que muchos cirujanos pensaban que implantando injertos más pequeños no se podían obtener unas densidades tan importantes como se conseguían con los punch. Sin embargo, poco a poco el cambio se fue asentando y el trasplante capilar gozó de una nueva ola de popularidad.
Durante esos años, concretamente en 1984, otro concepto clave fue acuñado por JT Headington: la unidad folicular. Este autor estadounidense observó en cortes histológicos transversales que los folículos se disponían formando grupos de 1 a 5 folículos. Este hallazgo permitió a cirujanos de principios de los noventa como Limmer, Bernstein y Rassman, diseñar la revolución definitiva: el trasplante de unidades foliculares. Este hecho incorporó el microscopio a la técnica quirúrgica y cambió de forma irreversible el trasplante capilar, dando unos resultados más naturales e imperceptibles.
En un inicio, estas unidades foliculares se obtenían mediante la precisa preparación de la tira obtenida con técnica FUSS. Esta técnica sigue totalmente vigente hoy en día y es de elección en algunos casos. Sin embargo, fue a principios de los 2000 cuando se produjo el último gran salto del trasplante capilar hasta la fecha: la introducción de la técnica FUE (Follicular Unit Extraction). Esta técnica de extracción es la más utilizada hoy en día y consiste en la extracción individual de cada unidad folicular mediante micropunch de 0,7mm – 1mm.
A partir de la implantación de este nuevo método que permite unos resultados efectivos y naturales sin necesidad de cicatriz en la zona donante, el trasplante capilar ha conseguido derribar todos los mitos y prejuicios que durante muchos años han caído sobre él. Actualmente podemos asegurar que el trasplante capilar es una cirugía refinada de importante prestigio que permite restaurar la alopecia y mejorar la calidad de vida a millones de pacientes cada año en todo el mundo.
Deja un comentario