La foliculitis decalvante (FD) es un cuadro inflamatorio que provoca una alopecia cicatricial de predominio en varones jóvenes, aunque también se puede ver en mujeres.
¿Cuál es el origen de la FD?
El origen de la FD es desconocido. Se trata de una enfermedad inflamatoria en la que parece que ciertos individuos presentan una respuesta inmune exagerada en el cuero cabelludo a la presencia de una bacteria llamada Staphyloccocus Aureus. No obstante, todavía existen muchas incógnitas acerca de este proceso.
¿Cómo se presenta?
Esta respuesta inflamatoria inadecuada provoca brotes recurrentes de pústulas y costras en la zona del vértex (coronilla) que producen una destrucción irreversible del folículo piloso dejando zonas de alopecia. Durante dichos brotes los pacientes aquejan picor y escozor sobre la zona. Estos brotes se pueden ir repitiendo varias veces al año. Es muy importante detectarlos de manera precoz para poder tratarlos y evitar sus secuelas.
¿Cuál es su evolución?
El curso de la enfermedad es crónico, presentándose a brotes, de manera recurrente. Con el tiempo suele presentar tendencia a la estabilización, adquiriendo una clínica más cicatricial que inflamatoria, que recuerda muchas veces a la fase final de un liquen plano pilar.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realiza mediante la clínica y la tricoscopia. Ésta última muestra eritema difuso con pústulas foliculares, costras amarillentas y pelos en penacho (múltiples folículos saliendo todos de un mismo orificio folicular). En la fase inflamatoria se recomienda realizar cultivo para demostrar la presencia del Staphylococo, y dirigir el tratamiento antibiótico según el antibiograma. Aunque la clínica habitualmente es característica, en algunos casos de dudas podremos confirmar el diagnóstico con una biopsia.
¿Qué tratamiento se puede realizar?
Debemos tener en cuenta que las zonas cicatriciales causan una alopecia irreversible, por lo que debemos ser agresivos con el tratamiento en las fases inflamatorias. Aunque, actualmente no existe un tratamiento curativo, existen diferentes alternativas terapéuticas que deberemos valorar y utilizar dependiendo de cada paciente y el momento del proceso. En las fases inflamatorias deberemos utilizar ciclos largos de antibióticos orales como doxiciclina o rifampicina-clindamicina. Estos se pueden combinar con infiltraciones de corticoides. En algunos casos refractarios deberemos probar otros tratamientos alternativos como dapsona, terapia fotodinámica o isotretinoína. En casos muy seleccionados, donde la enfermedad se encuentra totalmente estable, se puede plantear realizar un trasplante capilar para repoblar las zonas alopécicas residuales.