El desarrollo de nuevas terapias en el campo de la tricología y la alopecia no cesa. El láser de baja potencia o low level light therapy (LLLT) ha emergido con fuerza en los últimos años en diversas patologías del pelo, demostrando su efectividad y seguridad de manera sólida, siendo aprobado por la FDA para su uso en alopecia androgenética desde 2011. Sin embargo, en la actualidad, como demuestran los estudios realizados por dermatólogos de este país, su uso todavía no está generalizado y parece relegarse a una opción de segunda/tercera línea o como tratamiento complementario de las terapias más “clásicas”.
Desde su descubrimiento en 1967 por el doctor Endre Mester, este tipo de terapia láser ha recibido múltiples nombres. Desde láser frío, soft laser, terapia lumínica de baja potencia… sin embargo parece que el término de low level light therapy (LLLT) o láser de baja potencia es el preferido en la actualidad. Lo llamamos láser de baja potencia por ser una modalidad de fototerapia con luz visible o infrarrojos de irradiancias muy bajas (<500 mW), contraponiéndose a las terapias láser “clásicas” o de alta potencia. Así pues, se obtienen efectos biológicos no dependientes de fototermólisis o calor. A este mecanismo de acción foto-biológica se lo conoce como fotobioestimulación.
La fotobioestimulación actúa directamente sobre el estrés oxidativo a nivel mitocondrial y optimizando la microvascularización y la neoangiogénesis fisiológica. Esto produce una optimización en los mecanismos de señalización celular y expresión génica, disminuyendo la actividad inflamatoria y favoreciendo la liberación de factores de crecimiento. Aunque no se conoce como actúa directamente sobre la alopecia androgenética, parece que todos estos efectos biológicos podrían alargar y renovar la fase de anágeno, invirtiendo el proceso de miniaturización folicular aumentando el diámetro del pelo.
En estos momentos existen múltiples dispositivos de láser de baja potencia adaptados para patologías capilares, tanto hospitalarios como domiciliarios: cascos, gorras, peines, diademas… Actualmente se recomienda luz roja de una longitud de onda entre 635-678 nm y una potencia entre 2-20 mW. Aunque el protocolo de tratamiento puede variar sensiblemente dependiendo del dispositivo, en general se recomiendan entre 2 y 7 sesiones semanales entre 10 y 30 minutos cada una.
Los efectos positivos podrían empezar a verse a partir de las 16-20 semanas de tratamiento, mejorando el grosor del pelo y aumentado la densidad capilar. El hecho de ser un tratamiento crónico que necesita varias sesiones semanales, y prácticamente carente de efectos adversos o complicaciones, hace que la terapia a domicilio sea la preferida en la mayoría de casos. Por eso, estos dispositivos son habitualmente muy sencillos, puediendo oscilar sus precios entre los 400 y los 1200 euros.
Existen múltiples estudios en referencia a la efectividad y seguridad de la terapia láser de baja potencia en alopecia androgenética, tanto masculina como femenina. Varias de las revisitas más prestigiosas en dermatología como la JEADV o la JAAD han publicado revisiones sistemáticas y metaanálisis sobre todas las publicaciones al respecto, comparándolo con los tratamientos de referencia en la actualidad. Los resultados de dichas revisiones son sorprendentes, colocando el láser de baja potencia prácticamente al mismo nivel que minoxidil o los inhibidores de la 5a-reductasa (finasteride/dutasteride). No obstante, hay que tener en cuenta que la mayoría de estudios que avalan la efectividad de dichos dispositivos están directamente o indirectamente financiados por las propias casas fabricantes, por lo que recomendamos ser cautos a la hora de interpretar dichos resultados.
También ha sido estudiada la utilidad de la terapia láser de baja potencia en otras patologías tricológicas como la alopecia areata (AA). En la AA los estudios realizados hasta la fecha no han aportado buenos resultados, por lo que en estos momentos no se recomienda en esta patología. Sin embargo, sí parece que la terapia láser de baja potencia puede ser una terapia prometedora en el liquen plano pilar, por su potencial antiinflamatorio. Existen varios trabajos realizados por grupos importantes que defiende su efectividad, pudiéndose verse disminución de los síntomas y signos inflamatorios a partir de los 6 meses de uso. En este aspecto, parece una opción muy interesante ante esta alopecia cicatricial con un abanico terapéutico escaso y que nos puede evitar en casos seleccionados realizar tratamientos farmacológicos agresivos.
Así pues, podemos concluir que el láser de baja potencia o LLLT se postula como una opción de presente y futuro prometedores en el campo de la tricología. Aunque queda por definir los protocolos específicos de tratamiento, se trata de una opción de tratamiento muy a tener en cuenta tanto en alopecia androgenética como liquen plano pilar. Su mecanismo de acción innovador y su óptimo perfil de seguridad lo hacen un tratamiento diferente, que podemos plantear como complemento de los tratamientos habituales o como monoterapia en pacientes que presentan contraindicaciones o reticencias hacia los tratamientos farmacológicos. Sin duda, el desarrollo y optimización de la terapia de láser de baja potencia promete un futuro apasionante.
Me podrian aconsejar algun aparato para comprarme, o si no, aconsejarme algunos aspectos a valorar a la hora de elegir uno?
Un saludo
https://www.skymedic.eu/metodo-hr3/
Hola
Esta indicado para mujer con alopecia fibrosa nte?
Gracias
Hola Encarna, a día de hoy no existen estudios de la terapia laser de baja potencia en alopecia frontal fibrosante. Sin embargo, por su analogía con el liquen plano pilar, podría ser una terapia a estudiar en el futuro.